Las cajas fuertes o cajas de máxima seguridad como también son conocidas en algunos países., son comportamientos blindados en los cuales es posible guardar artículos de especial valor, para evitar robos o hurtos en determinada propiedad.
Algunas consideraciones especiales hacen de las cajas fuertes instrumentos de seguridad extrema que terminan siendo eficientes, pese al surgimiento de nuevos equipos de seguridad con sistemas electrónicos y sistemas inteligentes.
Las cajas fuertes son creadas con materiales metálicos muy resistentes y de cobertura muy gruesa, con el único objetivo de garantizar que sean capaces de resistir cualquier tipo de condición extrema como el calor, el impacto de fuertes artefactos e inclusive la acción de químicos corrosivos.
Aunque en la mayoría de las propiedades modernas, sean residenciales como casas o pisos, o comerciales como industrias o negocios ya hay dispositivos de seguridad electrónica, nunca está de más instalar sistemas de seguridad adicional, como las famosas cajas fuertes, para guardar cosas de especial valor, y hacer aún más complicado algún posible robo en el área.
Por la naturaleza muy resistente de este tipo de material, las cajas de seguridad, aunque sean de tamaño moderado suelen ser muy pesadas. Adicionalmente, las cajas de seguridad suelen estar empotradas a otras inmueble, con único objetivo de impedir que puedan ser trasladadas de un lugar a otro.
Por su naturaleza de “sistema de seguridad de primera generación” las cajas fuertes han sido considerados mecanismos de seguridad “mecánica” Sin embargo, es necesario enfatizar que con el paso de los años las cajas han evolucionado satisfactoriamente hasta lograr combinar de manera perfecta el sistema mecánico con compartimiento electrónicos de seguridad, como cerraduras de clave o inclusive reconocimiento de huellas dactilares.
Las Cajas fuertes figuran entre los primeros mecanismos de seguridad para objetos de valor que parecen reflejadas en la historia contemporánea. Aparentemente, las cajas viajaban inclusive en las guerras, donde los ejércitos viajaban con objetos de valor guardados dentro de cajas con candados de seguridad.
Aunque con el paso de los años las cajas fuertes se han modernizado mucho, la verdad el principio es el mismo; un material fuerte y resistente, que cierra de manera hermética, y que puede abrirse únicamente con una contraseña de seguridad, y, de un tiempo para acá con reconocimiento de voz, desbloqueo remoto, perilla giratoria digital o huellas dactilares.
Pese a la efectividad de este antiguo sistema de seguridad adicional, que aún está ´presente en centros gubernamentales, museos, hoteles, comercios, bancos y oficinas con artículos de valor, han surgido varios mitos con relación a su efectividad. Estos son algunos de los más comunes.
Según las necesidades de seguridad y las condiciones del inmueble a instalar, hay varios tipos de cajas de seguridad. A continuación algunas de las más comunes.
Las cajas fuertes empotradas son aquellas que están incrustadas dentro de otros inmuebles, o inclusive dentro de las paredes. Están presentes en muchas casas modernas, en entidades bancarias y en establecimientos comerciales, considerando que hace imposible el traslado de la caja fuerte de ese lugar a otro. Estas cajas suelen ser muy seguras, aunque siempre se recomienda sustituir los antiguos candados de seguridad, por perillas electrónicas modernas.
Son cajas pequeñas y más livianas que pueden trasladarse fácilmente y suelen ser de gran utilidad para proteger objetos pequeños e inclusive documentos. Son perfectas por ejemplo para los viajes, ya que permiten trasladar objetos valiosos, sin riesgo de pérdida durante requisas en aeropuertos.
Es una medida muy recomendable para proteger artículos de valor, en especial en lugares residenciales. Si en su comunidad los robos son más comunes que en otras áreas, una alternativa para usted es la instalación de cajas fuertes en armarios. De esta manera todos los artículos de especial valor estarán resguardados. Muchas personas usan cajas fuertes no solo para proteger objetos de ladrones o intrusos, sino también inclusive de otras personas que por diferentes condiciones comparten residencia, como es el caso de los pisos para estudiantes, las habitaciones universitarias o los apartamentos compartidos, muy comunes en las capitales europeas.
Este tipo de artefacto de seguridad resulta ideal para propiedades donde, además de riesgo de robo, hay también riesgo de incendio, como es el caso de las fábricas y empresas de producción. Esta herramienta de máxima seguridad protege documentos y artículos de valor de la acción de las llamas. Según el tipo de material, estas cajas fuertes son capaces de resistir el fuego por un mínimo de 60 minutos.